martes, 18 de diciembre de 2012

HOLA CHICOS ME GUSTARÍA COMPARTIR CON TODOS VOSOTROS UN PODCAST QUE ME HA PARECIDO MUY INTERESANTE!! HABLA PILAR GARCIA EXPERTA EN RELACIONES DE PADRES E HIJOS. Ir a descargar

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Hola!! Aquí os dejo un vídeo muy interesante que ami especialmente me gusta mucho en el se puede sacar cosas muy interesantes...

viernes, 7 de diciembre de 2012

10 consejos básicos para aplicar limites educativos

Aplicar límites a los niños


Cuando necesitamos decir a nuestros hijos que deben hacer algo y "ahora" (recoger los juguetes, irse a la cama, etc.), debemos tener en cuenta algunos consejos básicos:
1. Objetividad. Es frecuente escuchar en nosotros mismos y en otros padres expresiones como "Pórtate bien", "sé bueno", o "no hagas eso". Estas expresiones significan diferentes cosas para diferentes personas. Nuestros hijos nos entenderán mejor si marcamos nuestras normas de una forma más concreta. Un límite bien especificado con frases cortas y órdenes precisas suele ser claro para un niño. "Habla bajito en una biblioteca"; "da de comer al perro ahora"; "agarra mi mano para cruzar la calle" son algunos ejemplos de formas que pueden aumentar sustancialmente la relación de complicidad con tu hijo.
2. Opciones. En muchos casos, podemos dar a nuestros hijos una oportunidad limitada para decidir como cumplir sus "órdenes". La libertad de oportunidad hace que un niño sienta una sensación de poder y control, reduciendo las resistencias. Por ejemplo: "Es la hora del baño. ¿Te quieres duchar o prefieres bañarte?". "Es la hora de vestirse. ¿Quieres elegir un traje o lo hago yo? Esta es una forma más fácil y rápida de dar dos opciones a un niño para que haga exactamente lo que queremos.
3. Firmeza. En cuestiones realmente importantes, cuando existe una resistencia a la obediencia, nosotros necesitamos aplicar el límite con firmeza. Por ejemplo: "Vete a tu habitación ahora" o "¡Para!, los juguetes no son para tirar" son una muestra de ello. Los límites firmes se aplican mejor con un tono de voz seguro, sin gritos, y un gesto serio en el rostro. Los límites más suaves suponen que el niño tiene una opción de obedecer o no. Ejemplos de ligeros límites: "¿Por qué no te llevas los juguetes fuera de aquí?"; "Debes hacer las tareas de la escuela ahora"; " Vente a casa ahora, ¿vale?" o "Yo realmente deseo que te limpies". Esos límites son apropiados para cuando se desea que el niño tome un cierto camino. De cualquier modo, para esas pocas obligaciones "debe estar hecho", serás mejor cómplice de tu hijo si aplicas un firme mandato. La firmeza está entre lo ligero y lo autoritario.
4. Acentúa lo positivo. Los niños son más receptivos al "hacer" lo que se les ordena cuando reciben refuerzos positivos. Algunas represiones directas como el "no" o "para" dicen a un niño que es inaceptable su actuación, pero no explica qué comportamiento es el apropiado. En general, es mejor decir a un niño lo que debe hacer ("Habla bajo") antes de lo que no debe hacer ("No grites"). Los padres autoritarios tienden a dar más órdenes y a decir "no", mientras los demás suelen cambiar las órdenes por las frases claras que comienzan con el verbo "hacer".
5. Guarda distancias. Cuando decimos "quiero que te vayas a la cama ahora mismo", estamos creando una lucha de poder personal con nuestros hijos. Una buena estrategia es hacer constar la regla de una forma impersonal. Por ejemplo: "Son las 8, hora de acostarse" y le enseñas el reloj. En este caso, algunos conflictos y sentimientos estarán entre el niño y el reloj.
6. Explica el porqué. Cuando un niño entiende el motivo de una regla como una forma de prevenir situaciones peligrosas para sí mismo y para otros, se sentirá más animado a obedecerla. De este modo, lo mejor cuando se aplica un límite, es explicar al niño porqué tiene que obedecer. Entendiendo la razón, los niños pueden desarrollar valores internos de conducta o comportamiento y crear su propia conciencia. Antes de dar una larga explicación que puede distraer a los niños, manifiesta la razón en pocas palabras. Por ejemplo: "No muerdas a las personas. Eso les hará daño"; "Si tiras los juguetes de otros niños, ellos se sentirán tristes porque les gustaría jugar aún con ellos".
7. Sugiere una alternativa. Siempre que apliques un límite al comportamiento de un niño, intenta indicar una alternativa aceptable. Sonará menos negativo y tu hijo se sentirá compensado. De este modo, puedes decir: "ese es mi pintalabios y no es para jugar. Aquí tienes un lápiz y papel para pintar". Otro ejemplo sería decir: "no te puedo dar un caramelo antes de la cena, pero te puedo dar un helado de chocolate después". Al ofrecerle alternativas, le estás enseñando que sus sentimientos y deseos son aceptables. Este es un camino de expresión más correcto.
8. Firmeza en el cumplimiento. Una regla puntual es esencial para una efectiva puesta en práctica del límite. Una rutina flexible (acostarse a las 8 una noche, a las 8 y media en la próxima, y a las 9 en otra noche) invita a una resistencia y se torna imposible de cumplir. Rutinas y reglas importantes en la familia deberían ser efectivas día tras día, aunque estés cansado o indispuesto. Si das a tu hijo la oportunidad de dar vueltas a sus reglas, ellos seguramente intentarán resistir.
9. Desaprueba la conducta, no al niño. Deja claro a tus hijos que tu desaprobación está relacionada con su comportamiento y no va directamente hacia ellos. No muestres rechazo hacia los niños. Antes de decir "eres malo", deberíamos decir "eso está mal hecho" (desaprobación de la conducta).
10. Controla las emociones. Los investigadores señalan que cuando los padres están muy enojados castigan más seriamente y son más propensos a ser verbalmente y/o físicamente abusivos con sus niños. Hay épocas en que necesitamos llevar con más calma la situación y contar hasta diez antes de reaccionar. La disciplina consiste básicamente en enseñar al niño cómo debe comportarse. No se puede enseñar con eficacia si somos extremamente emocionales. Delante de un mal comportamiento, lo mejor es contar un minuto con calma, y después preguntar con tranquilidad, "¿que ha sucedido aquí?". Todos los niños necesitan que sus padres establezcan las guías de consulta para el comportamiento aceptable. Cuanto más expertos nos hacemos en fijar los límites, mayor es la cooperación que recibiremos de nuestros niños y menor la necesidad de aplicar consecuencias desagradables para que se cumplan los límites. El resultado es una atmósfera casera más agradable para los padres y los hijos.

lunes, 3 de diciembre de 2012



Técnicas del condicionamiento operante: (refuerzos y castigos)

-El refuerzo positivo trata de incrementar la frecuencia de una respuesta mediante un refuerzo consistente en proporcionar un estímulo grato al sujeto. El típico premio que conocemos.

-El refuerzo negativo. Consiste en incrementar la frecuencia de una acción deseable eliminando algo que resulta molesto al sujeto, siempre que obre correctamente. Este refuerzo debe ser también lo más inmediato posible a la conducta deseada. Su aplicación puede ser de manera continua o intermitente (la primera es más eficaz que la última).

 -El castigo. Consiste en eliminar algo grato o bien en proporcionar algo que resulte molesto al sujeto siempre que responda con una conducta distinta a la deseable, facilitando así la extinción de la misma. Hay que tener en cuenta que el castigo aplicado de forma intermitente es menos eficaz que cuando se hace de forma continua. Para ser efectivos, el castigo (si ha de aplicarse) debe ser lo más inmediato posible tras la acción incorrecta.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Aquí os dejo una pequeña reflexión en la cual se reflejan muchas de las cosas que sin darnos cuanta los niños perciben...

viernes, 30 de noviembre de 2012




1. Démosles la oportunidad de ser responsables.
Delega en el/ella, algunos compromisos. Tienen que saber que se confía en ellos y se les considera capaces.
Otra forma de conseguir que se sientan responsables, es por ejemplo que se ocupen del cuidado de otros (que no sea una manera cómoda de evitar pagar canguro, eh:), o que ellos enseñen a otros, materias de colegio que ellos ya conocen.
Una de las mejores maneras de hacerles entender el sentido de responsabilidad es la de hacer que ellos mismos se autoimpongan la hora de llegada a casa, por ejemplo. En este caso, lo ideal es vigilar por ambas partes el cumplimiento, sin reproches, que restarían eficacia a la enseñanza.

2. Padres/madres comunicando a hijos como se sienten.
Ellos aprenden de la forma en que nosotros sentimos y expresamos. Es tan importante que conozcan nuestras alegrias como nuestras tristezas. Es con esta persona, la persona real que sufre y la que está contenta, con la que les será más fácil comunicarse que con un ideal falso de perfección de padres, que si algún día cae, puede hacer perder toda la confianza en la autenticidad de quienes son su referente de sinceridad (la confianza es un valor instintivo de hijos a padres, no lo olvidemos)

3. Mayor participación en la familia
En discusiones, alegrias o preocupaciones; escoger el lugar de vacaciones, comentar soluciones a posibles problemas que se le presentan a la familia, etc.. Hay que evitar la queja habitual “no me tienen en cuenta”, o “no me cuentan nada“. (Hoy mismo, la que esto transcribe en este blog, ha escuchado, como en un incendio, una niña que nadie quería escuchar por ser niña, salvo a muchas familias de la perdida de sus casas, porque un bombero tomó en cuenta sus palabras, informandole de como llegar antes a su habitación. A esa niña, la conozco yo).
Además ocultar información al niño/a, puede afectarle imaginandose que algo terrible está pasando, o va a pasar, pudiendo generar así en el futuro, adultos ansiosos, de manera completamente gratuita.
Aumentar la comunicación combinado con generar responsabilidad ayudará en el proceso de maduración emocional.

4. Buenos niveles Eticos.
Es importante establecer unos buenos niveles de valores éticos. Al tiempo que debemos ofrecer sinceridad, es bueno que sepan que tienen que corresponder igual.
Creer y practicar valores como el respeto(a los demás y a sus cosas), la empatía, la sinceridad, son valores que además de facilitar la convivencia en la familia, permiten que el niño de adulto sepa convivir sin problemas con otros seres humanos y pueda realizar su proyecto de vida, con más facilidad.
Por todo ello, la falta de respeto a otro miembro de la familia o a un amigo/a, una mentira, un robo, no deben de ser pasados por alto. En este caso, además de enseñarle a pedir disculpas (muchas veces con nuestro propio ejemplo), lo ideal es que se le enseñe a compensar el dolor que ha cometido, después de ayudarle a entender que siente el otro, precisamente ayudándole a ponerse en su lugar, y así desarrollar sus potenciales empáticos.

5. Armonía en la Comunicación de Pareja.
No es bueno que existan dobles mensajes o falta de síntonia entre progenitores, produce confusión intelectual y emocional en los hijos. Puede producir además que se genere una corriente de antipatia permanente para el “padre malo“, que generará recuerdos dolorosos y lo peor a veces falsos y por tanto injustos para el que hizo el rol de malo. Cuando se convierta en adulto, podría creer ya toda su vida, que tales recuerdos fueron la realidad.
Las decisiones sobre los hijos, deben de ser consensuadas entre progenitores, mientras sean muy pequeños. Cuando tengan una edad básica, deben de poder opinar sobre sus vidas, en la medida de lo posible, porque es necesario que los niños/as, en algún momento de sus vidas, empiecen a entender por sí mismos, la lógica de las decisiones que se toman sobre ellos y puedan participando, progresivamente, cara a aprender a hacerse responsables de sus propias vidas.
Sin embargo, la última decisión, en cualquier caso, la tendrán los padres, en el supuesto de riesgo para la integridad física o psicológica de sus hijos.

6. Esperemos de ellos solo lo mejor  (y de nosotros también:)
Los padres tienen a repetir de forma inconsciente, las pautas de conducta heredadas de sus respectivos padres, con sus hijos.
Eso unos progenitores responsables, no lo aceptarán y lucharán por elegir de forma consciente, sus propias pautas de conducta en relación a sus hijos e hijas.
Intentaremos exigirnos mejorar nuestros defectos heredados de comunicación y estimular a nuestros hijos a hacer lo propio con los suyos mal aprendidos.
Igual que les estimularemos en su confianza de dar de si mismos lo mejor en todo aquello que quieran conseguir en la vida.

7. Escojamos un momento y un ambiente adecuado para comunicarnos
Debemos escoger los momentos para hablar de temas conflictivos, eligiendo lugares cómodos, y relajantes, en horarios no nocturnos, para conseguir la mayor atención. Hablar en situaciones que favorecen la tensión (lugares muy ruidosos, o donde hay muchas personas mirando, por ejemplo), no son una buena idea para iniciar una comunicación sobre un tema importante.

8. Cuidemos el lenguaje corporal.
Mostrar relajación corporal, es importante para conseguir una comunicación más efectiva.
Sentarse frente a frente, con brazos abiertos (produce sensación psicológica de que no se oculta nada, de que estamos abiertos a lo que escuchamos o que vamos a ser oídos de la misma manera).
Mirarnos a los ojos, sin tensión, concentrados en el amor que sentimos para el otro, para que este pueda escuchar o hablar con confianza total.
Concentrar nuestra total atención en lo que nos están contando, sin otras distracciones, favorecerá que ellos se sientan completamente escuchados.
Todo esto le dará una referencia además, sobre como comunicarse efectivamente con otras personas.

9. No hagamos referencias al pasado.
Es recomendable enfocar la conversación tan sólo con vistas al futuro, utilizando lo ocurrido en el pasado, claramente como mera referencia y no como un reproche.
El riesgo de vivirlo como un reproche producirá un juego de sentimientos de culpa, que hará que el mensaje no llegue, y se instale una dinámica de desconfianza en el reprochado, que vivirá cada intento de comunicarse con él, como una nueva herida a recibir. Este mecanismo se instala en el inconsciente, y muchas veces, no se soluciona nunca. A la larga, pueden vivir permanentemente susceptibles a las reacciones negativas de otros, que filtraran bajo el reproche y la culpa, y le obligarán a desarrollar unos mecanismos defensivos permanentes que los harán infelices. Y eso no es lo que queremos.

10. Capacitémosles para elegir y elaborar planes
Es esencial para el desarrollo de la personalidad del niño, establecer una jerarquía de valores que le ayuden a aclararse para encontrar sus metas.
Que aprendan a elegir, a tomar decisiones, a hacer planes a largo plazo y respetar los pasos a dar para llegar a ellos.
Los padres deben proveer la asistencia necesaria, experiencias, así como servir de modelos positivos siguiendo estas jerarquias de valores, y mostrando como se toman decisiones y se asumen consecuencias.
Jamás se debe decir que decisión deben tomar. Sino enseñandoles a pensar por si mismos 


miércoles, 28 de noviembre de 2012

¿ QUÉ ES EDUCAR ?


* Educar es hacerle a una persona capaz de ser independiente, autónoma.
"He conocido padres empeñados en hacer de su hijo un inútil. Le iban abriendo todas las puertas para que no tropezara, y luego él por sí mismo no era capaz de abrir ninguna. Le iban haciendo todos los caminos, y después no era capaz de sortear ningún obstáculo...Se trata de un proceso de acompañamiento y diálogo, pero a la vez enseñando y exigiendo responsabilidades en el polo opuesto de esa estúpida permisividad que lo tolera todo y sólo deja crecer el capricho y la inmadurez. 

* Educar es también ayudar a una persona a salir de su egoísmo
" Es una tentación muy sutil la de consentir todo capricho, saciar todo deseo, cultivar insensiblemente un, cada vez, mayor egoísmo. Es ruinoso darle más de lo que pide, darle mejores cosas que a los otros, impidiéndole disfrutar de conseguir algo por sí mismo... Es abrirle de par en par esa puerta que le hace a uno más tarde incapaz de ser feliz ".

* Educar es ayudar a ser, permitir ser.
" ¡ Cuántos niños llegan a la conclusión de que "no puedo ser yo porque así no me quieren "! .Tengo que ser como ellos esperan que sea " Primero lo que mis padres quieren que sea, luego lo que mis amigos me exigen ser, más tarde lo que la sociedad..."
* Sin olvidar que ser uno mismo exige ser libre, y esto presupone un mínimo de seguridad personal :
" Si me lo han resuelto todo, nunca tendré seguridad, si he vivido siempre sometido, seré incapaz de valerme por mí mismo, si no me sentí amado, no me fiaré de mis fuerzas, si no me acepto a mí mismo, no sabré decidir".

* Educar es también poner límites adecuados a la edad , aunque protesten,a la vez que les transmitimos continuamente que les seguimos queriendo, a pesar de todo y por encima de todo.


NO HAGAS AQUELLO QUE NO QUIERAS QUE HAGAN TUS HIJOS