1.
Démosles la oportunidad de ser responsables.
Delega en el/ella, algunos compromisos. Tienen que saber que se confía en ellos y se les considera capaces.
Delega en el/ella, algunos compromisos. Tienen que saber que se confía en ellos y se les considera capaces.
Otra forma de conseguir que se
sientan responsables, es por ejemplo que se ocupen del cuidado de otros
(que no sea una manera cómoda de evitar pagar canguro, eh:), o que
ellos enseñen a otros, materias de colegio que ellos ya conocen.
Una de las mejores maneras de
hacerles entender el sentido de responsabilidad es la de hacer que
ellos mismos se autoimpongan la hora de llegada a casa, por ejemplo.
En este caso, lo ideal es vigilar por ambas partes el cumplimiento, sin
reproches, que restarían eficacia a la enseñanza.
2.
Padres/madres comunicando a hijos como se sienten.
Ellos aprenden de la forma en que
nosotros sentimos y expresamos. Es tan importante que conozcan nuestras
alegrias como nuestras tristezas. Es con esta persona, la persona real
que sufre y la que está contenta, con la que les será más fácil comunicarse que
con un ideal falso de perfección de padres, que si algún día cae, puede hacer
perder toda la confianza en la autenticidad de quienes son su referente de
sinceridad (la confianza es un valor instintivo de hijos a padres, no lo
olvidemos)
3. Mayor
participación en la familia
En discusiones, alegrias o preocupaciones; escoger el
lugar de vacaciones, comentar soluciones a posibles problemas
que se le presentan a la familia, etc.. Hay que evitar la queja
habitual “no me tienen en cuenta”, o “no me cuentan nada“. (Hoy mismo,
la que esto transcribe en este blog, ha escuchado, como en un incendio, una
niña que nadie quería escuchar por ser niña, salvo a muchas familias de la
perdida de sus casas, porque un bombero tomó en cuenta sus palabras, informandole
de como llegar antes a su habitación. A esa niña, la conozco yo).
Además ocultar información al
niño/a, puede afectarle imaginandose que algo terrible está pasando, o va a
pasar, pudiendo generar así en el futuro, adultos ansiosos, de manera
completamente gratuita.
Aumentar la comunicación combinado
con generar responsabilidad ayudará en el proceso de maduración
emocional.
4. Buenos
niveles Eticos.
Es importante establecer unos buenos
niveles de valores éticos. Al tiempo que debemos ofrecer sinceridad, es bueno
que sepan que tienen que corresponder igual.
Creer y practicar valores como el
respeto(a los demás y a sus cosas), la empatía, la sinceridad, son valores que
además de facilitar la convivencia en la familia, permiten que el niño de
adulto sepa convivir sin problemas con otros seres humanos y pueda realizar su
proyecto de vida, con más facilidad.
Por todo ello, la falta de respeto a
otro miembro de la familia o a un amigo/a, una mentira, un robo, no deben de
ser pasados por alto. En este caso, además de enseñarle a pedir disculpas
(muchas veces con nuestro propio ejemplo), lo ideal es que se le enseñe a
compensar el dolor que ha cometido, después de ayudarle a entender que siente
el otro, precisamente ayudándole a ponerse en su lugar, y así desarrollar sus
potenciales empáticos.
5.
Armonía en la
Comunicación de Pareja.
No es bueno que existan dobles mensajes o falta de síntonia entre progenitores, produce confusión intelectual y emocional en los hijos. Puede producir además que se genere una corriente de antipatia permanente para el “padre malo“, que generará recuerdos dolorosos y lo peor a veces falsos y por tanto injustos para el que hizo el rol de malo. Cuando se convierta en adulto, podría creer ya toda su vida, que tales recuerdos fueron la realidad.
No es bueno que existan dobles mensajes o falta de síntonia entre progenitores, produce confusión intelectual y emocional en los hijos. Puede producir además que se genere una corriente de antipatia permanente para el “padre malo“, que generará recuerdos dolorosos y lo peor a veces falsos y por tanto injustos para el que hizo el rol de malo. Cuando se convierta en adulto, podría creer ya toda su vida, que tales recuerdos fueron la realidad.
Las decisiones sobre los hijos, deben
de ser consensuadas entre progenitores, mientras sean muy pequeños. Cuando
tengan una edad básica, deben de poder opinar sobre sus vidas, en la medida de
lo posible, porque es necesario que los niños/as, en algún momento de sus
vidas, empiecen a entender por sí mismos, la lógica de las decisiones que se
toman sobre ellos y puedan participando, progresivamente, cara a aprender a
hacerse responsables de sus propias vidas.
Sin embargo, la última decisión, en
cualquier caso, la tendrán los padres, en el supuesto de riesgo para la
integridad física o psicológica de sus hijos.
6.
Esperemos de ellos solo lo mejor (y de nosotros también:)
Los padres tienen a repetir de forma
inconsciente, las pautas de conducta heredadas de sus respectivos padres, con
sus hijos.
Eso unos progenitores responsables,
no lo aceptarán y lucharán por elegir de forma consciente, sus propias pautas
de conducta en relación a sus hijos e hijas.
Intentaremos exigirnos mejorar
nuestros defectos heredados de comunicación y estimular a nuestros hijos a
hacer lo propio con los suyos mal aprendidos.
Igual que les estimularemos en su
confianza de dar de si mismos lo mejor en todo aquello que quieran conseguir en
la vida.
7.
Escojamos un momento y un ambiente adecuado para comunicarnos
Debemos escoger los momentos para hablar de temas conflictivos, eligiendo lugares cómodos, y relajantes, en horarios no nocturnos, para conseguir la mayor atención. Hablar en situaciones que favorecen la tensión (lugares muy ruidosos, o donde hay muchas personas mirando, por ejemplo), no son una buena idea para iniciar una comunicación sobre un tema importante.
Debemos escoger los momentos para hablar de temas conflictivos, eligiendo lugares cómodos, y relajantes, en horarios no nocturnos, para conseguir la mayor atención. Hablar en situaciones que favorecen la tensión (lugares muy ruidosos, o donde hay muchas personas mirando, por ejemplo), no son una buena idea para iniciar una comunicación sobre un tema importante.
8.
Cuidemos el lenguaje corporal.
Mostrar relajación corporal, es importante para conseguir una comunicación más efectiva.
Mostrar relajación corporal, es importante para conseguir una comunicación más efectiva.
Sentarse frente a frente, con
brazos abiertos (produce sensación
psicológica de que no se oculta nada, de que estamos abiertos a lo que
escuchamos o que vamos a ser oídos de la misma manera).
Mirarnos a los ojos, sin tensión, concentrados en el amor que sentimos para el otro, para que este pueda escuchar o hablar con confianza total.
Concentrar nuestra total atención en lo que nos están contando, sin otras distracciones, favorecerá que ellos se sientan completamente escuchados.
Mirarnos a los ojos, sin tensión, concentrados en el amor que sentimos para el otro, para que este pueda escuchar o hablar con confianza total.
Concentrar nuestra total atención en lo que nos están contando, sin otras distracciones, favorecerá que ellos se sientan completamente escuchados.
Todo esto le dará una
referencia además, sobre como comunicarse
efectivamente con otras personas.
9. No hagamos referencias al pasado.
Es recomendable enfocar la conversación tan sólo con vistas al futuro, utilizando lo ocurrido en el pasado, claramente como mera referencia y no como un reproche.
9. No hagamos referencias al pasado.
Es recomendable enfocar la conversación tan sólo con vistas al futuro, utilizando lo ocurrido en el pasado, claramente como mera referencia y no como un reproche.
El riesgo de vivirlo como un
reproche producirá un juego de sentimientos de culpa, que hará
que el mensaje no llegue, y se instale una dinámica de desconfianza en
el reprochado, que vivirá cada intento de comunicarse con él, como una
nueva herida a recibir. Este mecanismo se instala en el inconsciente,
y muchas veces, no se soluciona nunca. A la larga, pueden vivir permanentemente
susceptibles a las reacciones negativas de otros, que filtraran bajo el
reproche y la culpa, y le obligarán a desarrollar unos mecanismos defensivos
permanentes que los harán infelices. Y eso no es lo que queremos.
10.
Capacitémosles para elegir y elaborar planes
Es esencial para el desarrollo de la personalidad del niño, establecer una jerarquía de valores que le ayuden a aclararse para encontrar sus metas.
Que aprendan a elegir, a tomar decisiones, a hacer planes a largo plazo y respetar los pasos a dar para llegar a ellos.
Los padres deben proveer la asistencia necesaria, experiencias, así como servir de modelos positivos siguiendo estas jerarquias de valores, y mostrando como se toman decisiones y se asumen consecuencias.
Es esencial para el desarrollo de la personalidad del niño, establecer una jerarquía de valores que le ayuden a aclararse para encontrar sus metas.
Que aprendan a elegir, a tomar decisiones, a hacer planes a largo plazo y respetar los pasos a dar para llegar a ellos.
Los padres deben proveer la asistencia necesaria, experiencias, así como servir de modelos positivos siguiendo estas jerarquias de valores, y mostrando como se toman decisiones y se asumen consecuencias.
Jamás se debe decir que decisión
deben tomar. Sino enseñandoles a pensar por si mismos